Hace unos meses apareció la noticia de que los ordenadores Apple con sistema operativo OSX podían ser atacados por una vulnerabilidad aparecida en una versión de Java. Al poco tiempo Oracle lanzó una nueva versión de Java y el asunto pareció resuelto.
Resultaba extraño que se considerara vulnerable un sistema operativo de una plataforma porque un producto de terceros contenía un agujero de seguridad. Quizás el hecho de que Java haya formado parte de la capa de aplicaciones de OSX hicera esto asumible.
Curiosamente al poco tiempo aparecieron actualizaciones del cliente Java para el resto de sistemas operativos, incluido Windows. Esto tenía más sentido porque Java es un lenguaje que por definición es (muy) independiente del sistema que lo sustenta debido al entorno de máquina virtual Java y de la forma en la que se compila que hace virtualmente ejecutable un programa en cualquier ordenador con soporte para este lenguaje. Así que la vulnerabilidad debía haber trascendido al resto de sistemas, pero sin tanto alboroto en la prensa especializada. Hasta aquí, todo normal. Windows, Flash, Ubuntu, Android, OSX, y el resto de productos tienen continuamente fallos de seguridad que se van parcheando. Pero esta vez debía ser al go más grave.
Como consecuencia de esto, una empresa caracterizada por su altruismo, defensora de los derechos individuales en internet, que fomenta la libertad y la gratuidad ha llevado a cabo sin hacer ruido una maniobra que haría temblar al que se pueda considerar mayor emporio o persona con ánimo de controlar el software con intereses comerciales.
Esto ha sido la deshabilitación de forma remotoa de los plugins y extensiones que Firefox ha considerado oportunos sin dar al usuario la posibilidad de elegir.
Lo que más llama la atención es que Micorosft o Apple son sumamente cautelosos a la hora de ofrecer determinadas actualizaciones de seguridad o no. Siempre dan la oportunidad de elegir al usuario. Advierten de lo que podría pasar al no hacerlo, pero no obligan al usuario, y mucho menos le deshabilitan funciones sin su permisos en aras de su seguridad.
Pues esto lo ha hecho Firefox que presume de lo contrario, por lo que se ve, de lo que hace. Yo no pensaba que mi navegador estaba expuesto a que alguien decidiera que por mi seguridad dejarían de funcionarme parte de las herramientas del navegador o productos dependientes de estos.
Visto esto, no sé si quedarmen con Windows y sus múltiples agujeros y parches, Apple con su control absoluto (o casi) de su software y hardware, Google con sus prácticas tipo alware para no hacernos ver cuándo actualiza sus navegadores, o Firefox y su ya demostrado control sobre los navegadores instalados.
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