jueves, 3 de diciembre de 2009

Amerika - La nueva obra de Lorenzo Luengo


Ya se encuentra a disposición de los lectores en las librerías la nueva obra literaría de Lorenzo Luengo, Amerika. Un trabajo de años que ha sido premiado con el presitgioso Ateneo Joven de Sevilla. Recomendable como todo lo que produce este autor. Para más información visita la web oficial.

2 comentarios:

Pegasus dijo...

Pues tiene buena pinta...

AMSTRAD CPC464 dijo...

Mi lectura del libro que se comenta en esta entrada ha sido casi del tirón. Arañando el tiempo entre las idas y venidas del trabajo a casa, y viceversa, claro está en un medio de transporte. Buscando que el trayecto se hiciera ameno, como siempre trato de conseguir al ir leyendo el libro que he elegido. Pero claro, no sólo en esos momentos sobre todo cuando el libro lo merece, también en casa después de terminar las faenas que todos tenemos, le busqué un nuevo tránsito para despejar la mente y tener un descanso placentero antes de rendirme entre las sábanas y el calor de mi esposa. O en los ratos que siempre quedan de ocio en los fines de semana, por supuesto.

Leyendo, he seguido el juego de palabas que cada página escondía, como si de una búsqueda se tratase. O tal vez hipnotizado por la fuerza que transmite. Creyendo cada diálogo y arrastrando mi mente entre títulos de películas olvidadas, de diálogos que podrían ser (sacados del o llevados al) cine, aflorados del torrente imaginativo (¿o no?) más profundo del autor, que asoman golpeando desde dentro para sacar en algunos momentos una cierta risa, y en otros un gesto amargo... Me he dejado llevar por la recreación de cada personaje, persiguiéndole en cada viñeta escrita, sus acciones y reacciones, intentando discernir dónde estaba el truco, la realidad o la fantasía, convenciéndome de que tanto entusiasmo en perseguir una ilusión (llámese mujer, o el rodaje de una película) no sería una quimera, o la locura del excéntrico Rilke traspasada a mi mente. Y las páginas van sucediéndose unas a otras. Es lo normal al ir avanzando en la narración, nada lineal, se despejan incógnitas y otras quedan abiertas. Suspense y dinamismo. Para ir siguiendo el rastro de lo que sería el montaje de una película colosal, o del rastro de linajes familiares enfrentados y convergentes unidos a la trama –como si de una maldición se tratase-, o del rastro de lugares que nos son tan conocidos a través del cine como si nos encontrásemos en nuestra propia ciudad. Tranquilos, la historia de una Amérika, se nos descubre en la última centena de hojas, de forma tan asombrosa como el libro que se acaba en nuestras manos.

En fin, que para apaciguar la tristeza de cerrar este libro, me conjuré para encontrar en un futuro próximo un hueco para releer el prólogo. Y antes de que esto suceda, conseguir que una nueva lectura me atrape de nuevo como ahora.

Porque los libros, donde nos refugiamos los que amamos las aventuras que se esconden tras las palabras, son el único bálsamo que nos reconforta.